Al Gore nos advierte sobre el peligro que supone la falta de
reacción ante el cambio climático, que acabaría teniendo un fuerte impacto
sobre nuestro planeta.
La atmósfera se está llenando de contaminación que deriva en
el calentamiento global de la Tierra.
La Tierra está
rodeada por una capa gaseosa que es la atmósfera. La atmósfera no
es uniforme en su latitud ni en su altitud,
al haber variaciones, principalmente, de la densidad y de la temperatura. Está formada por troposfera, estratosfera,
mesosfera, termosfera y exosfera.
La troposfera es la
capa más baja de la atmósfera y está por
tanto en contacto con la superficie de la Tierra. Ahí reside su gran importancia. Comparando su
espesor con el de toda la atmósfera es una capa delgada, pero que contiene la
mayor parte de la masa de la atmósfera (puede llegar hasta los 10 o 12
kilómetros).
La radiación del
Sol llega a la Tierra y la devuelve a la
atmósfera en forma de onda corta. Puede
quedar retenida en la atmósfera por determinados gases. En ausencia de estos
gases la radiación se hubiera disipado hacia la atmósfera exterior. Esto es lo
que llamamos efecto
invernadero.
Gracias a esta
absorción que se ha producido desde siempre, la Tierra tiene vida, tal como la
como la conocemos en la actualidad, pues tanto el vapor de agua como el CO2 que
forman parte de la atmósfera hacen que la temperatura media de la Tierra sea de
15 ªC.
Este efecto invernadero se conoce como efecto
invernadero natural.
El dióxido de
carbono se produce por la respiración de los seres vivos, por las combustiones, por ciertas
reacciones químicas, por el consumo de combustibles fósiles, la combustión de
madera, producción de cemento etc.
Las grandes
producciones de dióxido de carbono, así como gases de efecto invernadero como metano, óxido
nitroso, ozono troposférico, halocarburos (CFCs) y otros en menor proporción
han contribuido al aumento de la concentración de estos gases en la atmosfera,
constituyendo el efecto invernadero artificial,
causado en su mayoría por el hombre, produciéndose un aumento de la temperatura de la Tierra.
El seguimiento de
la proporción de dióxido de carbono en la atmósfera se realiza a partir del año 1957, donde de forma constante todos los
días lanzaban globos meteorológicos para analizar su evolución.
Dicho seguimiento es
de gran interés para el estudio el cambio climático y para la previsión y
tendencia de los mismos en el fututo. Actualmente hay muchas estaciones que
proporcionan valores globales de la proporción de CO2 a escala planetaria.
La cantidad de dióxido de carbono que había en las
primeras mediciones era de 314 partes
por millón, aunque al principio de la era industrial la proporción fue 294
partes por millón.
La curva de CO2
presenta un perfil de sierra, de modo que durante el verano en cada hemisferio
disminuye la proporción de CO2 por efecto de la fotosíntesis vegetal. En
invierno el crecimiento es muy acusado y superior al decrecimiento del verano.
Esto es porque en el periodo invernal disminuye drásticamente la fotosíntesis
vegetal y se origina a la vez un gran consumo de combustibles fósiles para la
calefacción, industrias, centrales
térmicas de carbón, coches etc., sobretodo en el Hemisferio Norte
debido a que este hemisferio es donde se encuentran las mayores
emisiones producidas por el hombre, porque es donde se hallan las principales
áreas industrializadas del mundo.
El aumento anual de
CO2 viene a ser 1,8 partes por millón con tendencia a acelerarse. En la
actualidad la concentración de CO2 en la atmósfera ya supera 354 partes por millón.
Hasta ahora, la
atmósfera ha contado con mecanismos de respuesta conforme las emisiones han ido
creciendo, pero en la actualidad parece que este equilibrio se está rompiendo.
¿Qué pasará dentro de 50 años si el CO2 sigue creciendo en estas
proporciones o más? Algunos de los efectos que se producirían sobre la
superficie de la Tierra ya se están notando y otros no tardarán en llegar:
1. La temperatura del planeta se elevó en el último
siglo un grado centígrado. Once de los últimos 12 años (1995-2006), están en el
ranking de los 12 años más cálidos desde que se iniciaron los registros en el
año 1850. La media de la subida de la temperatura en los últimos 50 años es de 0,13 grados por
decenio, casi el doble de la registrada en los últimos 100 años.
2.
Fenómenos meteorológicos extremos.Las
temperaturas más altas podrían fomentar sequías, olas de calor, inundaciones,
precipitaciones fuertes y ciclones tropicales intensos. Al aumentar la temperatura,
habrá más evaporación y, por tanto, más humedad en la atmósfera, lo que nos
lleva a más precipitación. No será algo uniforme, en unos lugares tendrán
muchísimas precipitaciones y otros padecerán sequías.
3.
Subirá el nivel del mar. La
temperatura media de los océanos ha aumentado. Este calentamiento hace aumentar
su nivel. Así, ha subido 3,1 milímetros por año desde los años 90. Esta
elevación se debe al calentamiento del agua y al deshielo de los glaciares. Las
costas retrocederán en función del aumento de CO2. Si la subida del mar
alcanzara 50 cm una buena parte de las playas del cantábrico, de la manga del
mar menor o de Doñana desaparecerían. En
los demás países pasaría lo mismo, como en los Países Bajos, zonas de China, India, etc.
4.
Deshielo en los polos. El hielo retrocede a una media del 7,4% cada 10 años en verano.
Las tierras heladas han decrecido un 7% en el Hemisferio Norte desde 1900, con
un descenso en primavera que llega al 15%. También
el hielo en Groenlandia se está derritiendo y se trasvasa al océano. Se pierden
221 kilómetros cúbicos de hielo al año,
el doble que en 1996. Si se
fundiera todo, los océanos subirían entre 6 o 7 metros de altura.
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Aneto 1950
Aneto 2009 |
5.
Glaciares en retroceso.Se calcula que nueve de cada diez glaciares en todo
el mundo se están derritiendo de forma apreciable en los últimos 25 años. Se
estima que el 75% de los glaciares de los Alpes habrá desaparecido en el 2050.
6.
Naturaleza alterada.Los cambios
meteorológicos provocan desfases que pueden poner en grave peligro muchas
especies de animales y de vegetales. Los
hábitats cambian, al igual que las fechas de fenómenos anuales como la
floración, las migraciones y los nacimientos. Una parte de la flora crece ahora
en cotas más altas. Los ciclos de ciertas plantas y los insectos que los
polinizan, quedan desfasados.
Podemos
usar algunos de los consejos que nos da Al Gore para intentar solucionar este
problema: usar bombillas de bajo consumo, sustituir electrodomésticos por otros
más eficientes, emplear la bici para
trayectos cortos, conducir de forma moderada, utilizar la climatización de
forma responsable…